¿Qué nos sacó de nuestro centro?

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¿Un trauma? ¿Una traición? ¿Un abandono? ¿Abuso físico o emocional? ¿Una pérdida? ¿Una creencia?

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Nuestra esencia era pura, radiante y feliz, ¿la recuerdas?

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Acontecimientos de la vida nos fueron golpeando y nos sacaron de ese centro, donde todo era posible.

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El centro es tu corazón, desde ahí puedes expandirte y realizarte.

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Para poder avanzar, debes quitar las piedras de la mochila que cargas.

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Debes perdonar, lo que hicimos y lo que nos hicieron para cerrar las puertas que deban cerrarse.

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Poder limpiar lo que haya que limpiar y enfocarte con toda tu intención en tus objetivos.

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Nada puede sacarte de ahí.

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Tu mayor tesoro es tu amor propio, el que se dañó para agradarle a los demás y que te acepten y te quieran.

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Y eso debe repararse para no repetir más antiguos patrones que te hacen daño.

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Llegó el momento de amarte y amar libremente, elegir lo que te hace bien, cultivar tu espíritu y crear una vida sin límites.

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Te espero para que puedas llenarte de fe y esperanza y retomes las fuerzas para crear una vida maravillosa como mereces.

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Juan Lucas